domingo, 8 de agosto de 2010

En días como hoy

Hace un día cojonudo para salir... y ya que mi santo no me saca ¡me tendré que ir yo sola!
No hay como decirle que he quedado para que le pique el gusanillo de abandonar la comodidad del sillón de su casa, así que esta tarde le toca aguantarme, y yo feliz.

Siempre está poniendo excusas para poder quedarse en casa y hacer lo que le viene en gana. Que si "A donde vamos con este solano..." que si "¡Estás loca! ¡En domingo! ¡Con la de caravanas que se forman de vuelta!" o "Podamos ir otro día cuando no haya gente", es decir NUNCA.

Así que en días como hoy, en los que veo que las puertas del cielo inexistente están abiertas, voy a aprovechar para que me lleve a Bharma, o en su defecto a que me invite a todas las cervezas del mundo...  como vea que tampoco, me veo tristemente jugando al duro en el comedor de mi casa, pero bueno, para eso está, para amortizarlo pasando buenos ratos.

¿Qué está pasando? ¡Hasta hace poco era abstemia por convicción!